1.
Desarrollar un sistema de incentivos eficientes que promuevan conservación e impulsen desarrollo sostenible en áreas rurales a través de bioemprendimientos.
2.
Monitorear de manera integral las áreas bajo conservación para garantizar el no cambio de uso de suelo.
3.
Contar con instrumentos de sostenibilidad financiera que permitan disminuir la carga fiscal al 50% al 2025.